sábado, 10 de noviembre de 2012

Maestría en...

Hacer una maestría es algo que rechace recién titulada porque estaba harta de estudiar y presentar exámenes y trabajos, luego el empleo me mantuvo ocupada y no lo consideré una opción, cuando nacieron mis hijos y deje de trabajar lo evalué con todas mis ganas pero pensar que "los tres primeros años son los mas importantes en el desarrollo de los niños" me hizo postergarlo.

Volví a emplearme y cuando deje de serlo nuevamente paso por mi mente pero el apoyarlos en las tareas para enseñarlos a trabajar y al compensarlo como maestra lo dejé de lado. Al sentir que ya estaban encarrilados y que mi oportunidad de crecer en el escalafón como maestra me exigía una maestría volví a poner el dedo en el renglón pero esta vez hube de quedarme para permitir el cumplimiento del sueño de alguien mas.

He de decir que durante todo este tiempo y por hábito de vida siempre he leído, asistido a cuanta conferencia, taller o programa de televisión sobre la educación de mis hijos se me presentó, y que también me volví autodidacta en marketing y administración para complementarme como maestra.

Arranque un negocio por iniciativa propia y he acompañado a mis hijos en su crecimiento durante todo este tiempo pero soy consciente que sacrifique tiempo con mi familia y que probablemente no estuve tan presente como era necesario.

Ahora me vuelvo a sentir "llena de tiempo libre" aunque la verdad es que no me paso las horas viendo pasar las nubes o leído todos los libros que esperan en mi buró. Pero nuevamente deseo hacerlo para seguir creciendo.

Pero aquí estoy leyendo un libro sobre como afrontar mejor la adolescencia de mis hijos y lo que salta a cada párrafo es la necesidad de estar presente en esta etapa, de tener tiempo para ellos porque es la última oportunidad que tendré de influir y ellos nos necesitan aún cuando no lo crean. Ahora mas que antes debes ser el guía en su proceso de exploración del mundo, advirtiendo los peligros pero dejarlos detenerse lo necesario para contemplar las flores hasta que estén listos. En fin, leo y decido lo que es mas importante para mí. La maestría en administración deberá esperar otros 7 años tal vez.

Aunque sé que todo esto que vivo, el leer, estar presente, acompañar, esperar, presionar, escuchar, aconsejar, todo este proceso que tengo frente a mi vale mas que cualquier Maestría en Educación y Desarrollo.

Así que va una felicitación y un hurra! para todas esos padres que posponen sus intereses personales para estar presentes y ayudar a sus hijos, para hacer la diferencia en la vida de alguien. Y también para aquellos que no pueden darse el lujo de dejar de trabajar o de prepararse pues son el pilar de su casa pero que no pierden de vista su principal obligación en la vida desde que trajeron a sus hijos al mundo,  el transformarlos en personas de bien, responsables y trabajadores.

Va por la Maestría y Doctorado en Educación y Desarrollo de Individuos sin reconocimiento ni validez oficial!