viernes, 8 de julio de 2011

Paternidad Responsable

Hace algún tiempo por circunstancias de la vida un hombre me contó su historia.

Siendo niño su madre se marcho de casa dejandolos a él y a sus hermanos con su padre, quien a la vuelta del tiempo se volvió a casar; cuando su madre volvió muchos años después y quiso tener una relación madre e hijo con ellos no pudo ser. Se había muerto el amor, lo mató el abandono.

Años después la vida lo trajo a estas tierras, con su esposa y su hijo. Más su matrimonio tampoco funcionó y una vez separado pensó que lo mejor era volver a su tierra pues aquí no había nada para él. Cuando se lo comunicó a su hijo este le contestó "¿Y YO QUÉ? no soy nada para tí?".

El hombre decidió buscar trabajo de lo que fuera y seguir viviendo aquí para permanecer cerca de su hijo. Lo veía los fines de semana y compartían su vida. Cuando lo conocí el muchacho estudiaba la preparatoria.

Años despues volví a encontrarlo por la calle, me contó que ahora vendia seguros, que su ex esposa había muerto de cancer un año antes y él atendía a los que fueron sus clientes, -¿y su hijo? pregunté yo; el hombre estuvo aquí acompañandolo en la enfermedad de su madre y ahora vivian juntos, estudiaba la carrera.

¿Que habría sido de ese niño si su padre se hubiera ido a su tierra?

Eso es paternidad responsable, aún cuando sientas que ya no hay vida para tí, que debes irte, que necesitas nuevos y mejores espacios... si lo que mas amas son tus hijos... entonces cualquier sacrificio es menor y habrá valido la pena.

miércoles, 13 de abril de 2011

En recuerdo mío

Lo copié hace mucho tiempo, y es justo lo que pienso...

El día llegará en que mi cuerpo yacerá sobre una sábana blanca que cubra cuidadosamente las cuatro esquinas de un colchón, en un hospital activamente ocupado en atender a vivos y moribundos. En determinado momento un médico comprobará que mi cerebro ha dejado de funcionar y que definitivamente, mi vida ha llegado a su termino.
Cuando tal cosa ocurra, no intentes infundirle a mi cuerpo una vida artificial con ayuda de alguna máquina. Y no digas que me hallo en mi lecho de muerte. Estaré en mi lecho de Vida, y ve que este mi cuerpo sea retirado para contribuir a que otros seres humanos hagan una mejor vida.
Den mis ojos al desdichado que jamás haya contemplado un amanecer, que no haya visto el rostro de un niño o en los ojos de una mujer la luz del amor. Den mi corazón a alguna persona a quien el propio sólo le haya valido interminables días de sufrimiento.
Mi sangre denla al adolecente rescatado de su automovil en ruinas, a fin de que pueda vivir hasta ver a sus nietos retozando a su lado. Den mis riñones al enfermo que deba recurrir a una máquina para vivir de una semana a otra. Para que un niño lisiado pueda llegar a andar, tomen la totalidad de mis huesos, todos mis músculos, las fibras y nervios todos de mi cuerpo.
Hurgen en todos los rincones de mi cerebro. Si es necesario, tomen mis células y hagan que se desarrollen, de modo que algún día un chico sin habla logre gritar con entusiasmo al ver caer un gol y una muchachita sorda pueda oir el repiquetear de la lluvia en los cristales de la ventana.
Lo que quede de mi cuerpo entregenlo al fuego, y lancen las cenizas al viento para contribuir al crecimiento de las flores.
Si algo deben enterrar que sean mis errores, mis flaquezas y todos mis prejuicios contra mi projimo.
Den al diablo mis pecado y entreguen mi alma a Dios.
Si acaso quieren recordarme, haganlo con una buena obra o diciendo alguna palabra bondadosa a quien tenga necesidad de ustedes.
Si hacen todo esto que les pido viviré eternamente.
R.N.T.

jueves, 10 de marzo de 2011

Diez años

Diez años cumplió Tdhito, diez años de su alegría, de su continuo ruido que a pesar del fastidio que le genera a Onceañero para su papá y para mí "es" la alegría del hogar.

Él siempre está dispuesto a cantar, a bailar, a sonreir, a reir, su tristeza es fugaz, su enojos son tan pasajeros que desearía todo el mundo fuera así. Su único sueño en la vida es ser paleontólogo, y todo lo que tenga que ver con Dinosaurios llena su corazón.

 Canta y baila con nosotros por mucho tiempo y alegra nuestro hogar con tu alegria toda la vida. Te amo hijo!