viernes, 30 de julio de 2010

El asalto del verano

El verano está en su punto culminante, aún faltan varias semanas para que los chicos vuelvan a la escuela y ya estuvieron aburridos de tanto estar en casa, de tanta TV y tanto Nintendo. Y ya volvieron a disfrutar de no hacer nada cada día, de ver caricaturas desde las 7:30 am o levantarse a las 9:00 y no quitarse la pijama hasta después de la comida.

Es fantastico verlos jugar con los primos o los vecinos, ya jugaron el España contra México en su propio mundial, y recuerdo cuando nosotros celebramos nuestras olimpiadas en la calle, nosotros fuimos Nadia Comanechi y ellos han sido Cuauhtemoc Blanco y Messi.

Ahora mismo le dan la vuelta al mundo volviendose ricos en el Monopoli, mientras miran por enesima vez Harry Potter y el prisionero de Azkaban; está por demás que la batalla para que leyeran un libro este verano la he dado por perdida.

Por hoy quiero dejarlos ser niños, que disfruten, gocen su niñez y sean felices, comeremos helado aunque llueva, veremos TV en nuestra Superdesvelada aunque el sueño nos venza a las 12:30, acamparán en su recamara hasta el día antes de ir a clases, ni se cortarán el pelo hasta entonces y jugaremos ajedrez hasta hartarnos.

Alguien dijo alguna vez que: "es en los tiempos de calma cuando el espiritu se llena para afrontar los tiempos difíciles".

Este es el momento de llenar su espiritu con bellos recuerdos, de dejarlos probar todo lo que se les ocurra y de vivir locas aventuras que recordaran con gusto en el futuro. Su universo es su casa y la de su tía, no necesitan ir mas lejos para ser felices ni necesitan grandes cosas para disfrutar, es ahora que puedo disfrutar de ellos tal cual son y aprender a conocernos, de crear lazos de amor y camaraderia.

Su adolecencia se acerca, pronto dejare de ser su apoyo y tal vez me transforme en su obstáculo, porque debo ser el límite que los mantenga seguros hasta que estén listos para volar solos. Sé de sobra que enfrentamientos habrá y malos ratos viviremos, por eso es ahora cuando debo aprovechar este verano de inocencia y tranquilidad, de paz y felicidad, disfrutar la simple dicha de estar juntos y estar bien.
El sol salió.
Sonrie, Dios nos ama.